Centro Medico Ippocrate

Primera clínica de venas en Parma, el Centro Médico Ippocrate es un entorno dedicado a la patología vascular de los miembros inferiores en todas sus manifestaciones: desde el tratamiento integrado de telengectasias, pasando por varices, hasta las complicaciones más delicadas como flebitis y úlceras.

Es el amor por la ciencia y la salud humana lo que guía el trabajo de la clínica, en el convencimiento de que el estudio, la investigación y la atención a las necesidades de los pacientes son la receta para promover el bienestar de cualquier persona. Por ello, el Centro Médico Hipócrates se ocupa desde hace varios años de algunos sectores específicos que inciden en el bienestar físico y psíquico de los pacientes: cirugía vascular-flebología, cirugía general, cirugía plástica y estética, medicina estética y dermatología, fisiatría y rehabilitación, dieta y bienestar. El objetivo que se persigue día a día es la búsqueda de soluciones punteras, en consonancia con la evolución de la ciencia médica y con las más recientes innovaciones tecnológicas. El motor de la actividad, sin embargo, son sobre todo la pasión y la voluntad de realizar el deseo legítimo que une a todos los pacientes, a saber, el de estar bien, tal como lo enseñó Hipócrates, el primer médico de la historia.

TRES PILARES DEL BIENESTA

El sistema venoso es un gran aliado para la salud. A pesar de ello, se calcula que unos 19 millones de italianos padecen enfermedad venosa crónica y que uno de cada tres descuida los síntomas e ignora los riesgos. A nivel mundial, la incidencia de la enfermedad venosa crónica en la población fluctúa entre el 25 y el 84%, y absorbe del 1 al 3% de los recursos sanitarios en los países más desarrollados.

«En las venas fluye la sangre de desecho, la que contiene los desechos, que debe ser limpiada después de regresar al corazón», explica el Dr. Paolo Casoni, cirujano vascular, general y oncólogo, además de director del Centro Médico Hipócrates. “La celda se puede comparar con una persona que come y tira la basura, y las celdas hacen lo mismo. Después de haber completado su ciclo eliminan los residuos. Un estasis venoso retiene toxinas que aceleran el envejecimiento y la muerte celular, por lo que el origen del bienestar debe pasar necesariamente por un sistema venoso sano”.

“El hombre sufre un problema de insuficiencia venosa porque a la larga la sangre lucha por subir y por lo tanto el estancamiento de la sangre venosa en los miembros inferiores conduce progresivamente a una acumulación de toxicidad. A partir de aquí, pues, se perfilan tres pilares del bienestar, siendo el primero precisamente la circulación venosa”, prosigue la doctora. De hecho, en más de 20.000 pacientes tratados en 30 años, mantener una circulación venosa plenamente eficiente es la base para que el paciente sienta la sensación de bienestar. “El segundo punto está representado por sistemas osteoarticulares y musculoesqueléticos eficientes y dinámicos. A esto se suma, finalmente, la necesidad de acompañar al paciente hacia la toma de conciencia de un metabolismo vivo y fresco, insertando así el cuidado de la nutrición como tercer pilar del bienestar.

La búsqueda de «sentirse bien» se basa, por tanto, en la necesidad de un cuerpo sano y armonioso para lograr la estética, que sin embargo no debe entenderse como un punto de partida, sino un punto de llegada y finalización de un camino.