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Adoptar una correcta alimentación para adoptar un estilo de vida consciente y saludable.

Hipócrates escribió “Que el alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento”. Después de más de 2000 años, ahora se ha demostrado científicamente que la comida es el motor principal de nuestro bienestar y la alimentación es nuestro mejor aliado.

Nuestra experta es una bióloga nutricionista que enseña cómo adoptar una dieta adecuada, para adoptar un estilo de vida consciente y saludable. De hecho, los alimentos desempeñan un papel principal en la regulación de los procesos celulares y la expresión génica.

Por esto, en el Centro Ippocrate el nuestro experto elabora dietas personalizadas en condiciones fisiológicas (embarazo, lactancia, menopausia, deporte), en condiciones patológicas (dislipemias, hipertensión, trastornos gastrointestinales, alergias, intolerancias), para vegetarianos y cualquier persona que quiera seguir una dieta sana y equilibrada.

Los servicios ofrecidos para la evaluación de la composición corporal y la evaluación adecuada de la mejor dieta a seguir es la antropometría, la plicometría, la impedancia, el análisis del metabolismo, la calorimetría indirecta, el Holter metabólico y las pruebas genéticas. Todas herramientas efectivas cuyo único objetivo es convertir la alimentación en nuestro mejor aliado.

MICROBIOTA Y HRV

A la luz de los recientes descubrimientos sobre cuánto puede depender la salud humana de elementos que hasta hace unos años se consideraban pertenecientes únicamente a patologías de órganos (intestino o corazón o cerebro por separado), hoy se puede afirmar que la interacción de cada célula madre , ya sea del sistema nervioso central, del corazón, del pulmón o que regula el sistema inmunológico, debe entenderse como un ente complejo e interactuante, donde de manera sorprendente se ha visto que uno de los conductores son los gérmenes que habitan en nuestros intestinos, mucho mayor en número que las células que componen nuestro cuerpo. Un segundo aspecto que concierne al mantenimiento de un estado de salud eficiente es la regulación del estrés.

La microbiota

La población de microorganismos que colonizan nuestros intestinos se denomina MICROBIOTA a diferencia del microbioma que en cambio representa la herencia genética de la misma microbiota.

La microbiota influye en la regulación de la digestión, el metabolismo, sintetizando vitaminas y liberando moléculas que contribuyen al bienestar intestinal, pero también tiene otras funciones importantes, como cooperar con el sistema inmunitario, asumiendo la capacidad de orientar al organismo hacia un sistema protector contra microbios patógenos y sustancias tóxicas; también se ha identificado que los metabolitos producidos por las bacterias intestinales afectan la actividad del sistema nervioso central, incluyendo la regulación del estado de ánimo, el estrés y la sensación de saciedad, ganándose el sobrenombre de “segundo cerebro”, actuando también sobre el estado psicológico ayudando a coordinar el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal y en el sistema que regula la producción de hormonas importantes como la serotonina o la dopamina.

La microbiota es un ente sujeto a variaciones, cambia a lo largo de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, adaptándose a las diferentes etapas y necesidades del individuo y se ve modificada por factores externos, como la alimentación, el entorno o la cantidad de estrés al que estamos sometidos.

Mantener el equilibrio de la población microbiana intestinal con nuestro organismo se define comúnmente como eubosis; mientras que la disbiosis es la alteración de este equilibrio, que puede estar asociada a diversas condiciones patológicas.

¿Cómo cuidamos la microbiota?

Desde un punto de vista terapéutico se pueden utilizar los denominados probióticos, microorganismos vivos que protegen el equilibrio microbiológico o restablecen un estado de salud respecto a un estado patológico. Sin embargo, todavía existen muchas dificultades para obtener terapias personalizadas útiles en una patología específica y en un paciente específico.

Sin embargo, no debe subestimarse cómo un estado de control del estrés (metabólico, neurogénico, psíquico) a través de una modificación del estilo de vida (meditación, actividad física regulada y control de la nutrición) puede intervenir de forma consensualmente positiva sobre la población microbiana intestinal.

Medición de HRV

De la misma manera, hoy en día es posible determinar nuestro grado de estrés, ya sea metabólico, hormonal o de otra índole midiendo la HRV (Variabilidad del ritmo cardíaco) con sencillos aparatos. El término HRV define un indicador que registra la variabilidad con la que cambia el tiempo que tarda el corazón en completar dos latidos consecutivos, numerosos estudios afirman que puede ser un marcador no invasivo válido para estimar la actividad del sistema nervioso autónomo.

El análisis de la Variabilidad del Ritmo Cardíaco permite conocer, en pocos minutos, el estado de actividad del Sistema Nervioso Autónomo y saber si existe una hiper o hipoactividad, poco funcional, de alguna de las dos ramas e intervenir para restablecerlo. el equilibrio correcto. Esta evaluación se puede realizar con cualquier instrumento o software de biorretroalimentación, siempre que esté equipado con sensores de detección de señales cardíacas (fotopletismográficos o sensores de pulso) de buena calidad y un procesador lo suficientemente potente como para manejar una gran cantidad de datos minimizando las ocasiones de error. 

Para las actividades de evaluación HeartMath recomienda utilizar el emWave Pro Plus, el último nacido entre las herramientas de biofeedback de entrenamiento, con el que es posible realizar evaluaciones de un minuto con la aplicación “1-minute HRV Deep Breathing Assessment”, para evaluar la actividad. del nervio vago durante el acto respiratorio, o de 2 y más minutos con “HRV Assessment” para evaluar la actividad de todo el sistema en condiciones de reposo.

Entonces de una manera simple y no invasiva es posible abrir una ventana para el análisis de la Variabilidad del Ritmo Cardíaco y escanear la actividad cardíaca en determinados momentos del día (mañana – tarde – noche) y comprender, por ejemplo, si ha habido recuperación de un ejercicio físico intenso. estrés o emocional, pero también si la carga de entrenamiento es suficiente o excesiva. Además, es posible comprender cuánto la persistencia de algunos estados de ánimo o la recurrencia de algunas emociones negativas (bucle emocional) pueden afectar el sistema nervioso autónomo y modificar el curso normal de la Variabilidad del Ritmo Cardiaco.