(de la entrevista en la revista “VOI”)

Pedimos algunas explicaciones sobre el tratamiento de las varices (también en jóvenes), pero no solo al doctor Paolo Casoni, estimado profesional.

Su nombre está ligado a terapias innovadoras para el tratamiento de las varices, a través de una máquina portentosa: ¿nos puedes contar?

Se habla de una metodología terapéutica no tan nueva, se trata del HIFU (High lntensity Focused Ultrasound), que en otras palabras significa ultrasonido enfocado de alta intensidad. Muy recientemente se ha planteado la hipótesis de que este método se utilizará para patologías venosas. El interés mediático y científico es fuerte, dada la no invasividad del método, que en estos momentos choca con la relativa escasa experiencia clínica (700 casos realizados hasta la fecha en el mundo). El hecho de que hayamos sido elegidos como el centro italiano de referencia para el uso de HIFU en flebología (Sonovein® se llama el equipo), nos confiere una gran responsabilidad. Ciertamente los principios teóricos combinados con resultados que antes eran muy alentadores, nos llevaron a creer en la efectividad real de este método, especialmente para pacientes ancianos, alérgicos, anticoagulantes o en cualquier caso con patologías múltiples, donde cualquier tratamiento tradicional hubiera significado mayor agresión.

¿El problema de las varices también afecta a los jóvenes?

Ciertamente, aunque obviamente en menor medida. Los jóvenes se ven más afectados por malformaciones o en casos de particular predisposición genética, incluso por las llamadas varices “tradicionales”.

Eres especialista en cirugía vascular, cirugía general y oncología clínica: ¿qué importancia tiene hoy en día seguir investigando, innovando, experimentando para limitar la aparición de nuevas patologías y tratar de la mejor manera las existentes?

Comencé mi carrera médico-quirúrgica en la antigüedad, primero como becario, luego como investigador y finalmente como profesor, por lo que siempre he tenido la mente puesta tanto en la docencia como en la investigación. Por diversas razones a lo largo de los años el camino me ha llevado a acudir a prestigiosas clínicas en Estados Unidos, Francia y Canadá hasta el punto de tener que elegir una disciplina entre las muchas que podría ganar el interés de un entonces joven cirujano. La elección de la flebología y la flebo-linfología se deriva de que se trata de una disciplina muy completa, cuyo ejercicio a un alto nivel implica el conocimiento de diversos campos de la medicina y la cirugía, incluido el diagnóstico por imagen (ecografía y eco-color-doppler). , anatomía y hemodinámica, dermatología, cirugía vascular con habilidades de cirugía estética, sin descuidar los conocimientos de la medicina general, en lo que respecta a la estructura de la coagulación con todas las complicaciones relacionadas con la trombosis venosa, tanto superficial como profunda. En definitiva, una disciplina integral que requiere un compromiso constante y tenaz de actualización. Por último, pero no menos importante, esta pandemia nos ha involucrado aún más en este frente de “trombosis”, tanto después de la covid como de la vacuna.